Olaf skins

Tan letal como autodestructivo, Olaf Infernal abrazó con fervor la llama infernal. Entregado a ella en cuerpo y alma, vive para servir al Señor de las Cenizas y destruirá a todo lo que se interponga en su camino.

Después de un encuentro despiadado en el frente freljordiano, Olaf se convence de unirse a los Centinelas para saciar su hambre de batalla. Solo así tendría el poder de desafiar a Viego, la mayor amenaza que el mundo ha conocido, y satisfacer su impulso de enfrentar la muerte sin miedo en un combate glorioso.

Olaf, un salvaje berserker de las tierras del interior, busca la muerte digna de un guerrero al matar dragones. Una por una, las horrendas bestias cayeron ante su hacha. Los rumores cuentan que incluso consumió el corazón de un dragón al que decapitó. Lo cierto es que este acto solo avivó la llama de su ira y lo impulsó a terminar con la existencia de los dragones.

En honor al desempeño ganador de Bengi como Olaf en el Campeonato Mundial 2016. Este es el tercer aspecto de Campeón Mundial de Bengi, después de sus triunfos con SKT en los Campeonatos Mundiales 2013 y 2015.

Es el maestro de los cortes de carne, el cocinero barbárico, el gran carnicero nórdico de la Garra Invernal. Está aquí para obtener la victoria vikinga culinaria. ¡Demos la bienvenida a Olaf!

Los Merodeadores son los restos de un régimen brutal conocido como los Señores Hechiceros, quienes conquistaron más de la mitad del mundo al comienzo de la civilización. Aunque su imperio se derrumbó hace mucho tiempo, sus ejércitos ahora libran interminables guerras que buscan la destrucción y la gloria donde puedan encontrarla.

Los buenos bateristas tienen ritmo, muchísimos asesinatos logrados y son vikingos malditos con un insaciable deseo de matar. ¡Y vaya que Olaf Pentakill es un buen baterista!

¡Inclínense ante Olaf, Bárbaro de la Batería y Elegido de Stentorus! Salvaje como una tempestad, brutal como un terremoto, se ríe en las caras de sus enemigos, mientras sus tambores golpean para sacudir los cimientos del mundo.

Hermano. ¿Crees que haya algo así como otra versión de mí en algún lado que no se esté tomando una Grabby fresquecita? Ja, ja, nah, yo tampoco.

Los aldeanos creyeron que era una avalancha. Entonces vieron el hacha.